martes, 1 de febrero de 2011

Sentirse lugareño

Si me pidieran que diera un significado de correr, creo que sin pensarlo diría: Esa extraña simbiosis de sentirse uno mismo durante un tiempo sublime.



Y es que para los que disfrutamos corriendo, el tema es muy sencillo, nos da igual que haga frío, llueva, hagan 40 grados de calor o estén a nuestro paso libero las terrazas de gente tomándose una cervecita bien fría. Porque disfrutamos.
Pero ya hace algunos años que tengo una pequeña gran manía que solo ocupa cerca de un kilito en mi equipaje. Vaya donde vaya de vacaciones o de fin de semana, me llevo mis zapatillas para correr y alguna prenda para poder como digo yo, sentirme lugareño.



Porque para mi no hay momento más precioso de salir de tu casa, que salir a correr en un sitio donde no sabes que recorrido hacer, no sabes que rumbo tomar y sobretodo con el miedo a perderte. Y es correr entre gente que jamás has visto, posiblemente en tu ciudad también corras entre gente que jamás has visto, peor la sensación es otra, pero sobretodo esa sensación de que puedes perderte.
Y yo que gracias a un don que me debe haber dado mis padres, que posiblemente los años me harán perder, tengo bastante memoria fotográfica y no suelo perderme.

He podido sentir lo que es correr por el malecón de la Habana o por la sierra de mi pueblo, y creo que es una de las sensaciones más bonitas que he sentido, poder recorrer una cuidad, una montaña, un pueblo, solo conmigo mismo.



Y corres entre lugareños, como un lugareño más...y a mis 28 años, me he sentido Parisino, Riojano, Gallego, Cubano, Italiano, Checo, Aragonés, de Montevideo, Valenciano, Madrileño, Sevillano y posiblemente muchas más baldosas me queden por pisar.

1 comentario:

  1. Que grande...toda la razón, no hay nada más bonito y que te haga sentir también...aunque la duchita al llegar a casa tampoco está nada mal jajajaj.
    Por cierto, FORZA ATLETI!

    ResponderEliminar